Invertir en higiene para la vida

Juntar a niños pequeños en un espacio reducido es sinónimo de propagar infecciones. Algunas infecciones son inevitables, pero muchos estudios demuestran que mejores estándares de higiene en preescolares y escuelas afectan significativamente las ausencias por enfermedad. Marianne Bengtsson, es enfermera en una agencia local de control de enfermedades en el oeste de Suecia, trabajó más de diez años en el control de enfermedades en preescolares y ha comprobado personalmente cómo la higiene puede afectar la calidad educativa.

Un entorno relevante es el preescolar. Los niños que asisten a instituciones preescolares se enferman más seguido que los niños que permanecen en su hogar, lo que causa, entre otras cosas, el uso innecesario de antibióticos. Desde 2006, Marianne Bengtsson trabaja como enfermera para instituciones preescolares en el oeste de Suecia. Su trabajo comenzó como un proyecto del departamento de control de enfermedades local como modo de prevenir infecciones, reducir el uso de antibióticos y combatir la resistencia antimicrobiana.

− Recibieron muchas llamadas de los preescolares con relación a infecciones. El personal que trabajaba en los preescolares no ha recibido educación sobre temas de salud e higiene y hay muy pocos recursos disponibles para brindarles los conocimientos necesarios. Es por ello que hemos incorporado enfermeras especializadas en higiene para que brinden apoyo a los preescolares.

Actualmente, ese proyecto pasó a ser una división permanente dentro del departamento local de control de enfermedades y se amplió a diversos municipios de la región. Entre otras cosas, las enfermeras especializadas en higiene educan a las maestras de preescolar, inspeccionan las instalaciones sanitarias y las rutinas de higiene, controlan las tasas de infecciones y desarrollan material didáctico y métodos para enseñarles a los niños.

Una parte importante de su trabajo se basa en observar los índices de ausentismo en preescolares. Las estadísticas demuestran diferencias significativas entre municipios, distritos e incluso en departamentos dentro del mismo preescolar.

− Hay preescolares cuyo índices de ausentismo se encuentran alrededor del 20%, lo que significa que el niño promedio faltó uno de cada cinco días de clase, mientras que en otras escuelas los niños faltaron solo uno de cada diez días de clase. Los niños de las escuelas con mayor índice de ausentismo de alumnos y maestros pierden muchas más oportunidades de aprender. El preescolar sienta las bases de la futura educación, y estos niños simplemente no obtienen las mismas oportunidades, explica Marianne Bengtsson.

Los preescolares que han sido parte de este programa y han aprendido a lograr una mejor higiene de manos han mostrado una reducción en sus índices de ausentismo, que oscilan entre un 7% y un 13%. En una región con una población de 1,7 millones de personas, el programa arrojó ahorros anuales de 5.5 millones de dólares, 10 mil visitas médicas menos y 3 mil recetas de antibióticos menos.⁵

Aunque existan ventajas evidentes en cuanto a una mejora en el nivel de asistencia escolar, muy pocos preescolares y escuelas realizan un seguimiento de sus estadísticas.

− La autoridad responsable, en este caso, los municipios, deberían controlar los índices de ausentismo en los preescolares y en las escuelas. Esto no es solo un recurso para trabajar con la higiene de manos, con mejores estadísticas, también se podrá identificar otros problemas. En nuestro proyecto hemos encontrado casos de moho y humedad al estudiar los índices de ausentismo.

Además de una supervisión más estricta, a Marianne Bengtsson le gustaría que hubiera reglas más claras con respecto a las instalaciones sanitarias en las instituciones preescolares y escuelas.

− Actualmente existen recomendaciones, pero no son obligatorias. Nosotros visitamos muchos preescolares, incluso algunos recién construidos, en los que debido a su diseño es difícil lograr buena higiene de manos.