Las personas con incontinencia no deberían sufrir en silencio
La incontinencia afecta a personas de todas las edades, y aunque hay muchos desafíos en común, algunos están específicamente relacionados con los adultos mayores. Paul Van Houten, Jefe del departamento médico de Zonnehuisgroep Amstelland en los Países Bajos, comparte su opinión sobre los desafíos relacionados con el cuidado de la incontinencia y lo que se puede hacer para mejorar la calidad.
Van Houten tiene más de 30 años de experiencia en el cuidado de adultos mayores y trabaja principalmente con personas ancianas y débiles que viven en hogares de asistencia. Como médico del hogar de asistencia, notó que gran parte de sus pacientes padecían incontinencia, y se dio cuenta que había poca información acerca de cómo cuidarlos.
Una vez que se ha diagnosticado la incontinencia y se confirma que no tiene cura, el cuidado debe consistir en una combinación de productos de contención y estrategias de higiene.
– Tener la protección adecuada es importante, pero siempre es mejor tener acceso a un baño cuando sea necesario. Depender solo de los productos de contención puede causar estreñimiento, infecciones o irritación de la piel, dice van Houten.
Para los adultos mayores con movilidad reducida, tener acceso a un baño en el momento adecuado a veces es muy difícil, especialmente para aquellos que viven en un hogar de ancianos. En el cuidado profesional de ancianos, las limitaciones de recursos son un verdadero problema. Según van Houten, haría falta el triple de enfermeras para garantizar que todos los pacientes tuvieran acceso al baño en cualquier momento dado. Sin embargo, hay formas de satisfacer las necesidades de los pacientes de manera más efectiva.
Mejorar el cuidado de personas con incontinencia en hogares de atención:
- Garantizar que los baños sean fáciles de encontrar y usar.
- Identificar las señales de los pacientes cuando necesitan utilizar el baño.
- Comprender a qué hora del día los pacientes normalmente necesitan ir al baño para adaptar el esquema a su ritmo.
– En primer lugar, es necesario asegurarse de que los baños sean fáciles de encontrar y utilizar. En algunos hogares de ancianos, los baños están casi escondidos. En segundo lugar, usted necesita identificar las señales de aquellos pacientes que necesitan utilizar el baño. Tercero y último, es necesario evaluar a cada paciente y comprender mejor cuándo necesita normalmente usar el baño. De esta manera, los trabajadores de la salud pueden adaptar sus horarios a las necesidades de los pacientes. Esto es en favor de los pacientes y no requiere necesariamente de más personal.
Otro factor clave es adoptar un método más holístico para el cuidado de la incontinencia, especialmente para las personas mayores y débiles que podrían estar sufriendo de otras afecciones, como la demencia o la enfermedad de Parkinson.
– Usted deberá tener en cuenta varias enfermedades. La incontinencia podría tener otras causas subyacentes. Por ejemplo, la incontinencia puede ser la consecuencia de los efectos de un medicamento que se tomó para otra enfermedad, pero que se desconoce. Por eso necesitamos un enfoque más holístico; no se puede analizar la incontinencia por separado. Conocer claramente las necesidades de cada paciente es esencial para poder brindar el mejor cuidado posible.