Luchar contra las infecciones relacionadas con la atención médica

Diez de cada cien pacientes en los países en desarrollo y seis de cada cien pacientes hospitalizados en los países desarrollados adquirirán al menos una infección durante el tratamiento.

Por lo tanto, las infecciones relacionadas con la atención médica llevan al sufrimiento innecesario para las personas que ya necesitan atención y genera costos excesivos para el sistema de salud y para la sociedad en general. Es difícil establecer los costos globales derivados de las infecciones relacionadas con la atención médica. Solo en los Estados Unidos, los Centros para el control y la prevención de enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) han estimado costos médicos directos de las infecciones relacionadas con la atención médica entre 36 mil y 45 mil millones de dólares36, cifras que no incluyen costos indirectos como la pérdida de productividad.

Se podrían prevenir hasta el 70% de las infecciones relacionadas con la atención médica.

Otro factor importante que se agrega al costo de las HAI es el aumento de la resistencia antimicrobiana (antimicrobial resistance, AMR). Más del 70% de las bacterias que causan infecciones relacionadas con la atención médica son resistentes a por lo menos uno de los fármacos más comúnmente utilizados para tratarlas.37 Dichas infecciones están estrechamente vinculadas a la resistencia antimicrobiana y a menudo son causadas por un mayor riesgo de cepas resistentes de bacterias encontradas en las infecciones. Combatir las infecciones relacionadas con la atención médica es una medida preventiva importante contra la resistencia antimicrobiana.

La buena noticia es que hasta un 70% de las infecciones relacionadas con la atención médica pueden prevenirse38, y la manera más efectiva y rentable es mejorar las normas de higiene en los hospitales y la higiene de manos entre los trabajadores de la salud39. Aparte de los beneficios de la salud, invertir en higiene de manos tiene un retorno positivo respecto de la inversión financiera, ya que se calcula un retorno de USD 24 por cada USD 1.40

Por cada USD 1 que se invierte en higiene de manos se genera un retorno de USD 24

En teoría, sabemos muy bien cómo hacer esto. Basándose en la investigación del Profesor Didier Pittet (entrevistado más adelante en este capítulo) y en el Modelo de Higiene de Manos de Ginebra, la OMS ha identificado cinco momentos en los que los trabajadores sanitarios deben limpiarse las manos.41 También sabemos bien cómo implementar con éxito las mejores prácticas de higiene de manos. La investigación y la experiencia demuestran que el logro de cambios en las conductas a largo plazo incluye una combinación de varias estrategias.42

Kid being treated at a hospital (photo)

Algunos de los elementos esenciales incluyen la infraestructura accesible para las estaciones de frotado y lavado de manos, y también comprender la importancia de la higiene de manos entre los trabajadores de salud y gestión. La innovación también juega un papel importante. Se espera que las soluciones digitales que supervisan el cumplimiento y proporcionan comentarios a los trabajadores de la salud evolucionen en un futuro cercano. Otra área que hay que mejorar es asegurar que el ambiente hospitalario y los instrumentos médicos tengan propiedades antimicrobianas, tales como carretes antimicrobianos para la cinta quirúrgica, telas auto desinfectantes o mejores soluciones para el cuidado de las heridas.

Todavía nos queda un largo camino por recorrer antes de que se eliminen las infecciones relacionadas con la atención médica en el cuidado de los pacientes, y para que todas las personas con incontinencia lleven vidas dignas. En este capítulo, exploraremos el camino que tenemos por delante.

33 B. Allegranzi, S. Nejad & D. Pittet, ‘The Burden of Healthcare-Associated Infection’, in D. Pittet, J. Boyce & B. Allegranzi ed., Hand Hygiene: A Handbook for Medical Professionals, Wiley-Blackwell, 2017, pp. 1-7.

34 B. Allegranzi, S. Nejad & D. Pittet, ‘The Burden of Healthcare-Associated Infection’, in D. Pittet, J. Boyce & B. Allegranzi ed., Hand Hygiene: A Handbook for Medical Professionals, Wiley-Blackwell, 2017, pp. 1-7.

35 M. Rahmqvist et al., ‘Direct health care costs and length of hospital stay related to health care-acquired infections in adult patients based on point prevalence measurements’, American Journal of Infection Control, vol. 44, no. 5, 2016, pp. 500-506.

36 RD. Scott II, The direct medical costs of healthcare-associated infections in U.S. hospitals and the benefits of prevention, Centers for Disease Control and Prevention, 2009.

37 P. Stone, ‘Economic burden of healthcare-associated infections: an American perspective’, Expert Review of Pharmacoeconomics & Outcomes Research, vol. 9, no. 5, 2009, pp. 417–422.

38 RD. Scott II, The direct medical costs of healthcare-associated infections in U.S. hospitals and the benefits of prevention, Centers for Disease Control and Prevention, 2009.

39 A. Stewardson, B. Allegranzi & D. Pittet, ‘Dynamics of Hand Transmission’, in D. Pittet, J. Boyce & B. Allegranzi ed., Hand Hygiene: A Handbook for Medical Professionals, Wiley-Blackwell, 2017, pp. 18-27; N. Graves, ‘The Economic Impact of Improved Hand Hygiene’, in D. Pittet, J. Boyce & B. Allegranzi ed., Hand Hygiene: A Handbook for Medical Professionals, Wiley-Blackwell, 2017, pp. 285-293.

40 YC. Chen et al., ‘Effectiveness and limitations of hand hygiene promotion on decreasing healthcare-associated infections’, PLoS ONE, vol. 6, no. 11, 2011, e27163.

41 World Health Organization, WHO Guidelines on Hand Hygiene in Health Care. WHO, Geneva, 2009.

42 World Health Organization, WHO Guide to Implementation of the WHO Multimodal Hand Hygiene Improvement Strategy. WHO, Geneva, 2009.