Garantizar la salud a través de las distintas etapas de la vida
“Nacer con espina bífida significa que los nervios de mi espina dorsal están dañados, y esto incluye nervios de la vejiga, lo que causa incontinencia. Esto significa que siempre tengo que asegurarme de que tenga disponible baños y que tenga el suficiente tiempo para ir. Si voy a otra ciudad, tengo que averiguar dónde hay baños, y si salgo con amigos, muchas veces tengo que ir a casa después de tomar un trago porque la mayoría de los restaurantes no tienen baños accesibles. Hoy en día mi incontinencia urinaria está casi bajo control, pero todavía hay días en los que no puedo salir de la casa debido a la incontinencia fecal”.
Mario, Asociación Flemish para Espina Bífida e Hidrocefalia, Bélgica
Al comienzo de este reporte, hablamos sobre cómo los niños se independizan, y cómo el aprendizaje para atender las necesidades físicas de uno mismo es esencial. A lo largo de la vida, ser capaz de responder a y manejar las necesidades físicas propias está profundamente vinculado con un sentido de dignidad y empoderamiento. Sin embargo, el control total es un estado que no todos los adultos alcanzan durante todas las etapas de su vida. Ya sea debido a circunstancias temporales, como un parto o una lesión, o como consecuencia de afecciones más permanentes, muchos de nosotros nos encontramos en algún momento en situaciones vulnerables en las que debemos depender de otras personas para cuidar nuestra higiene y salud, como el cuidado de los mismos familiares o personal de atención profesional.
En estas situaciones vulnerables, es fundamental garantizar la dignidad y brindarles a los individuos los recursos necesarios para que manejen su situación lo más posible. Tal vez sea cuestión de adaptar las instalaciones de saneamiento a las necesidades de todas las personas, o de proporcionarles los medios adecuados para manejar sus enfermedades. También puede ser una cuestión de cambiar las rutinas de cuidado y encontrar nuevas maneras de adaptarse a sus necesidades individuales.
Ya sea debido a circunstancias temporales, como un parto o una lesión, o como consecuencia de afecciones crónicas, muchos de nosotros nos encontramos en algún momento en situaciones vulnerables en las que debemos depender de otras personas para atender nuestra higiene y salud.
Como la expectativa de vida promedio sigue aumentando, la gente tendrá vidas más largas y saludables. Al mismo tiempo, sin embargo, aumentará la cantidad de personas que sufran diferentes enfermedades y que dependan de la atención. Esto viene de la mano de diversos desafíos. En este capítulo, exploraremos algunos de estos desafíos analizando cómo la sociedad se puede adaptar a los diferentes grupos con necesidades especiales. Analizaremos cómo las políticas públicas pueden asegurar que se responda a las necesidades higiénicas individuales de las personas con discapacidades, cómo la atención individualizada para las personas con incontinencia puede mejorar la calidad de vida y a la vez apoyar la eficiencia de los sistemas de salud, además, cómo la prevención de las infecciones relacionadas con la atención médica (healthcare-associated infection, HAI) puede salvar vidas. Estos desafíos afectan en conjunto a millones de personas y causan daños innecesarios que se podrían prevenir.
El objetivo de desarrollo sustentable de las Naciones Unidas sobre la salud (ODS 3) subraya que se debe promover el bienestar para todos, independientemente de su edad o capacidad. Creemos que garantizar una higiene adecuada y soluciones de salud para todos, mejorar el cuidado de incontinencia y prevenir la propagación bacteriana jugará un papel importante en el logro de dicho objetivo. Es necesario que trabajemos juntos para seguir avanzando en el gran progreso logrado hasta el momento en estas áreas, pero aún queda mucho por hacer.