Garantizar bases sólidas para la próxima generación
“Cuando comenzamos a trabajar con nuevas rutinas de higiene, yo estaba un poco escéptica. Sentía que era algo que requería mucho tiempo, y justamente es un recurso que no abunda trabajando en un preescolar. Pero una vez que establecimos las rutinas, se pudieron poner en práctica y comencé a notar que tanto los chicos como yo, ya no nos enfermábamos tan seguido. Sin embargo, la mayor recompensa fue la colaboración de los padres. Las discusiones acerca de la prevención de infecciones solía ser un tema de conflicto, pero ahora, ellos saben que nosotros estamos haciendo lo que corresponde para mantener a sus hijos sanos y entonces ellos también asumen su responsabilidad”.
Josefine, maestra de preescolar, Suecia
Las buenas prácticas de higiene juegan un papel fundamental para lograr el cumplimiento de varios de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) de las Naciones Unidas. El acceso al agua limpia y saneamiento (ODS 6) son las condiciones esenciales para la vida humana. Las Naciones Unidas denominaron la “Década de Acción del Agua” a los próximos diez años, al reconocer que el agua limpia, el servicio de saneamiento y la higiene son vitales para lograr otros objetivos de desarrollo sustentable.
El agua limpia, el servicio de saneamiento y la higiene son fundamentales para alcanzar otros objetivos de desarrollo sustentable.
Las prácticas de higiene seguras son fundamentales para garantizar la buena salud y promover el bienestar para todos (ODS 3). Esto es importante especialmente para los niños que son mucho más vulnerables a las infecciones que los adultos. Enfermedades infecciosas, como la diarrea y la neumonía, amenazan la vida de millones de niños cada año. La buena noticia es que se pueden prevenir. Con el simple hecho de lavar las manos con jabón se eliminan el 90% de los agentes contaminantes, y la higiene de manos segura podría evitar que uno de cada tres niños tenga diarrea,1 y que casi uno de cada cinco se enferme por infecciones respiratorias como la neumonía2. Una mejor higiene de manos también afecta notoriamente situaciones donde las infecciones no ponen en peligro la vida. Menos infecciones entre los niños se traduce en menos consultas médicas, menor necesidad de antibióticos y disminución del ausentismo de los padres.
El enfoque en la higiene es importante en todos los ámbitos de la vida de un niño, y es más importante aún en situaciones donde se juntan muchos niños. Como por ejemplo en preescolares y escuelas, ya que fácilmente se pueden convertir en un foco de infecciones. Las intervenciones para elevar los estándares de higiene pueden prevenir muchas infecciones y mejorar la salud de los niños y su participación en la escuela. Dependiendo del estándar de higiene inicial, los estudios sobre intervenciones en higiene demuestran una disminución en la tasa de ausentismo entre niños, con cifras que oscilan entre un 7% y un 54%.3
La higiene deficiente también puede convertirse en una barrera para la educación y la participación en la comunidad. En muchos países, las niñas faltan a la escuela y se las excluye de distintas maneras de su comunidad durante la menstruación. La menarca, la primera menstruación, a veces puede resultar una experiencia traumática ya que muchas niñas no cuentan con el conocimiento para entender lo que les está sucediendo. Aprender sobre el ciclo de la menstruación desde edades tempranas es fundamental, así como también garantizar que las niñas tengan los medios y la privacidad que necesiten para ocuparse de su menstruación. El manejo seguro de la higiene durante la menstruación es muy importante para lograr el objetivo del ODS, enunciado 6.2, referido al acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados para todos y a lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres (ODS 5).
Por lo tanto, las buenas prácticas de higiene son uno de los métodos preventivos y más efectivos por lo que tendremos que batallar contra diversos desafíos sociales. Un punto de partida es garantizar que las instalaciones sanitarias sean fáciles de usar y accesibles, indistintamente de la edad, género o capacidad. Actualmente, eso no siempre ocurre, incluso en países con estándares de higiene generalmente altos. De acuerdo a la encuesta global de Essity, el 53% de los padres dicen que sus hijos evitan usar los baños de la escuela todas las semanas. Los motivos principales son que los baños no se ven higiénicos (55%) y que faltan artículos sanitarios (38%).
Sin embargo, la infraestructura sola no es suficiente para desarrollar buenas prácticas de higiene. Crear hábitos requiere conocimiento y perseverancia de cada adulto que forma parte de la vida de los niños. La responsabilidad de enseñar a los niños cómo cuidar de sí mismos es de los padres pero también de la comunidad local y las escuelas. La importancia de la higiene y la salud se deben enfatizar una y otra vez en cada lugar donde se desarrolla la vida de un niño o joven, solo así se obtendrán buenos resultados. Sin embargo, nuestra experiencia es que los padres no siempre comprenden la importancia que tiene hablar con sus hijos sobre temas como la higiene personal o la salud menstrual. Asimismo, las maestras en preescolar o en las escuelas pocas veces tienen tiempo o apoyan el trabajo sistemático de establecer normas de higiene saludables entre los menores.
La infraestructura sola no es suficiente para desarrollar buenas prácticas de higiene.
Aun así, existen casos exitosos en donde un mayor conocimiento, tanto en escuelas como en la comunidad en general, ha creado un círculo virtuoso de estímulo positivo. En este capítulo estudiaremos cuáles son los beneficios que conlleva contar con mejores estándares de higiene en preescolares y escuelas, y cómo los niños se pueden comprometer a partir del juego, y además, por qué es importante hablar sobre los cambios en la pubertad con las niñas y niños desde una edad temprana.
USD 92
de retorno por cada dólar invertido
En India, el retorno por invertir en programas de lavado de manos se estima que es de 92 dólares por cada dólar invertido.4
1 R. Ejemot-Nwadiaro et al., ‘Hand washing for preventing diarrhoea’, Cochrane Database Systematic Reviews, 2008, (1):CD004265; AE. Aiello et al., ‘Effect of hand hygiene on infectious disease risk in the community setting: a meta-analysis’, The American Journal of Public Health, vol. 98, no. 8, 2008, pp. 1372-1381.
2 T. Rabie & V. Curtis, ‘Handwashing and risk of respiratory infections: a quantitative systematic review’, Tropical Medicine & International Health, vol. 11, no. 3, 2006, pp. 258-267.
3 A. Bowen et al., ‘A cluster-randomized controlled trial evaluating the effect of a handwashing-promotion program in Chinese primary schools’, The American Journal of Tropical Medicine and Hygene, vol. 76, no. 6, 2007, pp. 1166–1173.; M. Uhari & M. Möttönen, ‘An open randomized controlled trial of infection prevention in child day-care centers’, The Pediatric Infectious Disease Journal, vol. 18, no. 8, pp. 672-677.; A. Lennell et al., ‘Alcohol based hand disinfection reduced children’s absence from Swedish day care centers’, Acta Paediatrica, vol. 97, no. 12, 2008, pp. 1672-1680.; Västra Götalandsregionen, HYFS Final report 2006-2012, 2014.; I. Nandrup-Bus, ‘Håndvask i skoletiden nedsætter elevernes sygefravær’, Sygeplejersken, no. 7, 2010, pp. 46-50.
4 Townsend, K. Greenland & V. Curtis, ‘Costs of diarrhoea and acute respiratory infection attributable to not handwashing: the cases of India and China’, Tropical Medicine & International Health, vol. 22, no. 1, 2017, pp. 74-81.